Villajoyosa
La Vila Joiosa
Vila Joiosa
Vilajoiosa
Vilajoyosa
La Vila
Con todas esas denominaciones es conocida la Capital Histórica de la Marina Baixa, destacando de entre ellas la denominación “La Vila”, que es la denominación por antonomasia para las poblaciones circunvecinas cuando se refieren a Villajoyosa.
El modo de afrontar este tema, que por cierto no es motivo de confrontación alguna, ni está en la calle como problema irresoluble, no es el de la mera mayoría numérica en el Pleno Municipal, más bien debe tratarse con sentido común, histórico y de análisis académico, ya que la eliminación de un topónimo largamente acreditado, como es el de Villajoyosa en perjuicio –o viceversa- de uno reciente, La Vila Joiosa, induce a enfrentar un vocablo debidamente acreditado por otro al que su uso cotidiano puede derivar o incitar a único.
De todos los textos estudiados que abarcan desde el Siglo XIV al XXI se entresacan las diversas denominaciones que conforman el conocimiento que de Villajoyosa se tiene con respecto a su nombre (topónimo) y que dan fe los textos investigados y utilizados.
Existe un estudio de 1997 efectuado por el “INSTITUT INTERUNIVERSITARI DE FILOLOGIA VALENCIANA” de la Universidad de Alicante de 17 de diciembre de 1997 en el que prima la acepción compuesta La Vila Joiosa, basado en que el gentilicio de la población es vilero/vilera, aunque a nuestro entender bien pudiera haberse adornado con el de vilerojoiosano de tan difícil y fea pronunciación, dado que con la forma La Vila (a secas) el gentilicio se forma por sí sólo.
En otro de los apartados del estudio se menciona que la forma castellana Villajoyosa es una alteración (dando a entender por anticipado que así es, cuando la cruda realidad alude a una castellanización) del topónimo histórico –que nadie pone en duda-, incidiendo que la denominación La Vila Joiosa es la real y la histórica, añadiendo como histórico también el artículo femenino que le precede.
El Informe deja bien a las claras (interesadamente de parte) que la denominación La Vila Joiosa es la única oficial y que con su sola denominación nuestra población será totalmente identificada en otros territorios, cuando en realidad puede convivir con la acepción castellana y mayoritariamente utilizada, en una armonía que no es necesario soliviantar.

Documento del 1775 sobre retroventa del camino real de Finestrat, Orcheta, Alicante y la Cruz de Piedra
El Informe del INSTITUTO acredita que la denominación La Vila Joiosa se ha convertido en genérica, ya que ocupa todos los ámbitos de uso formal y de utilización de la misma. A esta afirmación un tanto interesada cabe aplicarle el principio de reciprocidad en la utilización del gentilicio “jonenses” y “villajoyosanos” que fueron los utilizados en todo el Siglo XIX y hasta mediados los años 70 del Siglo XX en Diccionarios y Enciclopedias de la época, y no por ello son términos concretos y científicos, ya que anidaba en el imaginario popular el término “Jonia” y “Honosca” para definir el pasado histórico y cultural de Villajoyosa; demostrando con suficiencia que la utilización hoy mayoritaria de la denominación oficial valenciana “La Vila Joiosa” es una imposición social, cultural y consentida del nombre de nuestra población. Todo hay que decirlo aceptada mayoritariamente, sin el desprecio por tanto de la forma castellana.
No nos cabe la menor duda de que los planteamientos del mencionado INSTITUTO son efectuados por reputados y afamados investigadores que tratan de poner luz allí donde sus servicios son requeridos; pero que en este caso es un documento interesado de parte con el único objetivo de catalanizar nuestro territorio con fines no claramente explicados (loable siempre desde el punto de vista de intereses partidistas y culturales de un territorio en el que pueden coexistir perfectamente las dos denominaciones y no como trata el INSTITUTO de borrar la forma castellana en beneficio de la acepción La Vila Joiosa).
En el Siglo XIV, en escritos en lengua latina –y siempre referidos a nuestra ciudad- se cita como Villajoyosa (bien es cierto que en latín culto clásico las dos eles (elle) son sustituidas por una sola “l”, pero ahí queda lo escrito. De ello hace ¡Cinco Siglos!
En el siglo XVI, concretamente en 1538 y 1543, en los escritos que mencionan a nuestra ciudad se denomina como Vilajoiosa, y Vilajoyosa (con la y griega), sin ningún reparo por parte de escribanos y oficiales en denominarla así, y en algunos textos del ataque que sufrió la población en 1538 se cita textual y explícitamente Villajoyosa. Por lo que se desmonta la acepción La Vila Joiosa con sólo estudiar textos y legajos procedentes de épocas anteriores. Y han transcurrido ¡Cuatro Siglos!
En el Siglo XVII, concretamente en 1653, con motivo del lloro (Milagro) de nuestra Patrona Santa Marta, quienes informan del suceso lo hacen denominando Villajoyosa a nuestra ciudad.
En el siglo XVIII con motivo de la celebración de fiestas patronales de moros y cristianos en 1753 desde el ayuntamiento se anuncian los festejos que en la villa de Villajoyosa tendrán lugar en honor a Santa Marta en su primer Centenario… y en otros documentos se cita a la villa de Villajoyosa, así como en la mayor parte de los documentos que existen escritos en ese Siglo. Aquí se debe tener en cuenta que ya han sido aplicados los Decretos de Nueva Planta en el Reino de Valencia, por lo que la castellanización es completa. No obstante, así es y así debe quedar conformado, pues la aplicación de la ley es la que rige en ese Siglo.
Por lo tanto, intentando hacer un esfuerzo de aclaración lingüística por qué no denominar la acepción valenciana con otra expresión distinta a la de La Vila Joiosa: Por qué no Vilajoiosa o Vila Joiosa, o simplemente La Vila. Sometamos el nombre al veredicto popular y no al interesado de tal o cual Partido político, del que los habitantes pueden darle la espalda en un futuro no muy lejano, dejando tras de sí el rastro de la división en un tema de tanta importancia como es el del nombre de la población donde habitamos… y en el que muchos nacimos. Y repetimos, conviviendo con la denominación castellana –que no castellanizada- de Villajoyosa.
Haciendo nuestro el punto 6 del estudio del INSTITUT INTERUNIVERSITARI DE FILOLOGIA VALENCIANA (que estimamos científico -hasta la fecha el único-, pero equivocado y partidista) el topónimo Villajoyosa forma parte fundamental del patrimonio cultural e histórico de nuestra población, como elemento emblemático de nuestra identidad, siendo como es el castellano lengua oficial de la Comunidad Valenciana. Pertenece (sic…) a la herencia histórica que hemos recibido y legaremos a las generaciones futuras.
Es ésta una cuestión que se da de bruces con una tremenda realidad: y que no es otra que el fruto de la aparición de las Normas de Castellón para Valencia región en cuanto al idioma valenciano, y la no menos exultante “Renaixensa” en la comunidad catalana, en la que surgen determinados movimientos culturales -mucho antes en Cataluña que en Valencia-, que arrumban muchas veces con la realidad lingüística alumbrando gramáticas e intereses espurios o inconfesables al servicio de movimientos separatistas que más que unir desunen. Y aquí, muy a pesar de determinados partidos con una clara orientación rupturista, las Normas de Castellón de 1932 rebotan en el último tercio del Siglo XX y cual mancha de aceite lo impregna todo hasta llegar a esta situación que pretende que en Villajoyosa no sólo prime el topónimo La Vila Joiosa sobre Villajoyosa sino que se pretende que desaparezca el término Villajoyosa de libros e historia.