Artículo de opinión por Jerónimo Lloret, concejal del grupo popular

Villajoyosa ha sido siempre un pueblo muy bonito que se ha caracterizado por la alegría de sus gentes, sus casas de colores, la excelente gastronomía, sus fiestas, los oficios relacionados con el mar y los magníficos chocolates, sin olvidar la inmensa huerta, antaño envidia de la comarca y ahora desaparecida.

Los tiempos cambian y Villajoyosa también. Pronto la antigua Allon también será conocida por el famoso queso Gruyer -o en francés ‘Gruyère’– y no precisamente porque este producto suizo lleno de agujeros se incorpore a la gastronomía vilera.

Ya denunciamos hace meses, muchos meses, que delante del monumento dedicado a la ‘Mare vilera’ el señor Alemany había inaugurado un pequeño jardín donde se acumulaba mala hierba y basura gracias al beneplácito de Jaime Ramis. Un jardín ubicado en un orificio en medio de la calzada del ‘carrer la mar’ y de la que en lugar de árboles salen tubos.

Por supuesto que el gobierno local, en su esfuerzo por no hacer nada y como no podía ser de otra forma, no hizo ni caso y el agujero sigue estando allí  para uso y disfrute de vileros y turistas que diariamente transitan por el lugar.

Por suerte para los ciudadanos –que no para el gobierno– todavía no ha ocurrido nada, porque sería fácil que alguien sufriese un percance y pidiese la consecuente responsabilidad patrimonial al Ayuntamiento. Una responsabilidad impulsada por la irresponsabilidad de Verdú, pero que pagaríamos todos.

Ahora se suman las protestas de los residentes en la calle Dr. Fleming, que ven su camino prácticamente intransitable desde hace meses por un boquete considerable. Según nos cuentan vecinos de la vía, cuando acuden al despacho del ‘excelentísimo’, éste pone en marcha la cinta del “no podemos hacer nada” y se acabó.

Hablando con algunos vecinos y acudiendo in situ a la calle, ciertamente es vergonzoso que esté como esté y que la máxima autoridad del pueblo diga que no puede hacer nada.

Y ahora, como es costumbre, usted –o quien le lleve el Facebook– ipso facto sacará el diccionario del buen socialista y escribirá las frases que ya vienen hechas. Que si en el PP somos unos mentirosos, que si en el PP somos muy malos, que si una disculpa pública, que si bla bla bla, pero con eso no conseguirá que deje de ser vergonzoso el abandonar a los vecinos y mirar para otro lado.

Para terminar, le recomendaré una receta ancestral que podría remediar estos problemas y que, normalmente, siempre ha arrojado excelentes resultados: una buena dosis de trabajo diario. Con que trabaje un ‘poquito’, los vecinos del Dr. Fleming se lo agradecerán, se lo aseguro.