Como no podía ser de otra forma, el PSOE rechazó frontalmente la comisión especial de cuentas alegando que no hay ninguna necesidad de crear tal comisión. Gent per la Vila se unió a la negativa con la increíble justificación de que, cuando gobernaba el PP, “se debía haber sido más permisivo” con las posibles infracciones urbanísticas. En otras palabras, instar al anterior equipo de gobierno a prevaricar.
Joan Lloret no se cansó de manifestar y acusar, una y otra vez, que el estado económico del Ayuntamiento es delicado y de que el Partido Popular ha hecho una gestión bastante criticable. Asombra pues, que habiendo el PP hecho una mala gestión –como ellos afirman-, sea el propio PSOE, en la figura de Joan Lloret, el que se erija en protector del PP votando en contra de una comisión especial de cuentas que dejaría en evidencia ante toda la sociedad vilera al Partido Popular.
Ciertamente, el verdadero motivo por el cual el PSOE no está interesado en que los técnicos del consistorio realicen una auditoria sin influencias ni interpretaciones políticas es porque, de esta forma, siempre podrán usar la economía como arma política y manipular los datos de forma caprichosa dependiendo del momento.
Sin ir más lejos, el concejal de Hacienda, aprovechando la asistencia de varias asociaciones de vecinos al pleno, jugó continuamente con los datos a su antojo, presentándolos de forma sesgada y culpando al anterior gobierno de todos los males que se ciernen sobre el Ayuntamiento. La absurdez llegó hasta tal punto, que el PSOE presumió de tener que llevar a pleno un punto por el importe de 1.225,91 euros correspondientes a cuatro facturas, culpando al PP, como era obvio, de que las empresas presenten las cuentas ahora.
No cabe ninguna duda que estas actitudes del equipo de gobierno solamente pueden deberse al desconocimiento de cómo funciona la administración, sin percatarse que ellos mismos están poniendo trampas y obstáculos en su camino. Además, tampoco caen en el detalle de que un reconocimiento extrajudicial de 1.225,91 euros de toda una legislatura y sobre un presupuesto de más de 30 millones de euros viene a refrendar la buena gestión del Partido Popular.
Por último, el PSOE quedó retratado en la cuestión económica, por enésima vez, cuando el concejal Jerónimo Lloret preguntó a la interventora municipal cuál era el estado de la caja municipal a día 30 de junio de 2015 y la respuesta fue de 10.049.156,7 euros. Además, la propia interventora, en la comisión informativa de Hacienda, afirmó que se había hecho un buen trabajo en el aspecto económico.
Lo sorprendente, o quizá no tanto, fue la negativa de Ciudadanos a que se cree tal comisión. Su portavoz, Valentín Alcalá, justificó el voto en contra aludiendo a que la comisión no era vinculante para poder sancionar la mala gestión, presumiendo de antemano que ha habido una gestión negligente. Sea como fuere, el señor Alcalá se olvidó en esta ocasión de la transparencia que tanto pregonan, uno de los principios que emanan del modelo de administración que plasma su programa electoral.